Casillero del diablo

Desafío
Los resultados de la investigación mostraron que la marca estaba envejeciendo junto con su mercado, lo cual imponía cursos de acción que actualizaran su identidad visual para acercarlo a los nuevos consumidores nacidos del auge de la industria vitivinícola en nuestro país, a partir de comienzos de la década de 1990.
Solución
Procorp fue convocado para asumir un cuidadoso proyecto de cambio de los elementos antiguos prescindibles, junto con el realce de aquellos esenciales para la identidad de la marca Casillero. El trabajo incluyó la eliminación de cintas y adornos superfluos, un despeje visual de la etiqueta (preservando sus alusiones tradicionales) y la incorporación de una cabeza de diablo en sobrerrelieve en el cuerpo de la botella.

