Hace casi tres años tuvimos la oportunidad de comenzar a explorar un camino que hasta entonces nos parecía un gran enigma: ¿Cómo se conecta el diseño con el mundo de la alimentación? Ciertamente el contestar esta pregunta requería comprender más y de mejor manera cuáles son los puntos de conexión entre ambos mundos. Hoy podemos decir que el diseño nos permite conectar con el mundo de los alimentos desde la consigna «somos lo que comemos».Y esto no es producto del azar. Es algo que podemos diseñar de forma consciente (aun cuando ya lo hacemos muchas veces de forma inconsciente).
En nuestra primera experiencia como parte de la red latinoamericana de FoodDesign – en el contexto del cuarto encuentro, que fue realizado en Baja California, México– nos encontramos con una gran cantidad de diseñadores que buscaban ir más allá de la concepción tradicional del diseño – o por lo menos así lo vemos quienes no hemos sido formados profesionalmente como diseñadores – donde la estética y la representación visual son su gran carta de presentación. Lo que planteaban era ir hacia una relación mucho más virtuosa que permitiera visibilizar, y por tanto gestionar, la relación que las personas establecemos con los alimentos. O como lo plantea la Red desde su génesis:
Nuestra definición amplia de Food Design incluye toda acción que mejore nuestra relación con los alimentos / comida en las más diversas instancias, sentidos y escalas. Estas acciones se pueden referir tanto al diseño del producto o material comestible en sí como a su contexto, espacios, interfaces, experiencias, sistemas, procesos, prácticas y territorios involucrados con los alimentos.
El Food Design nos invita a poner en perspectiva al alimento y a empoderarnos para conectarnos, ver y entender qué es lo que pasa a nuestro alrededor, comenzando por nosotros mismos con los cambios deseados, extensibles a lo comunitario, social, político y otros ámbitos donde la comida esté presente.
Comenzar por nosotros mismos
Interactuamos con los alimentos: somos ante todo seres subjetivos que nos movilizamos desde la percepción que tenemos de la realidad (constituyéndose en la realidad misma) y en consecuencia vivimos experiencias al momento de relacionarnos con los alimentos de manera muy íntima, independientemente de que se de en un contexto social más amplio. Es aquí donde aparece la oportunidad de identificar aquellas necesidades, deseos y expectativas más profundas relacionadas a estas interacciones, y transformarlas por medio del diseño empático en experiencias significativas y memorables para las personas. Al hacerlo no sólo logramos satisfacción, sino que también, estaremos movilizando nuevos estados de conciencia que nos permitirán establecer un pensamiento crítico respecto a cómo nos estamos relacionando con los alimentos, y sobre todo determinar si queremos seguir haciéndolo de la misma manera o si queremos cambiar y generar un vínculo mucho más virtuoso y trascendente.
Cuando el apetito sobrepasa al hambre
Desde Procorp nos apropiamos de esta definición y nos propusimos poner este tema en el centro de la discusión en Chile. Ser quienes abrieran este espacio para la reflexión y para la activación de hechos concretos que nos permitiera dar real visibilidad a una relación que nos acompaña día a día, minuto a minuto. Pero al poco andar hemos ido reconociendo e identificando diferentes instituciones, organizaciones y personas que llevan un buen tiempo desarrollando el Food Design desde diferentes perspectivas: académica, emprendimiento, modelo de negocios o cultura, entre otros. Sin embargo hemos descubierto también la necesidad de una mayor colaboración que permita aunar todos estos esfuerzos y generar un solo gran movimiento. Y sabemos que estamos recién comenzando.
Es por esto que hemos asumido, como Procorp, el desafío de organizar el Sexto Encuentro Latinoamericano de Food Design en nuestro país, convocando a actores nacionales e internacionales a plantear sus trabajos desde las diferentes perspectivas y realidades que los originan. Queremos potenciar lo que ya se ha ido construyendo de forma incipiente y darle una plataforma que permita trascender de manera definitiva (sobre todo desde el contexto chileno). Siempre reconociendo las diferencias a partir del concepto de diversidad, presente tanto en Chile como en la realidad Latinoamericana.
Se parte de este encuentro inédito donde conectamos los alimentos, la experiencia y las personas. Visita el website del encuentro para más información, haciendo clic aquí.
Imagen del cabezal del artículo: El laboratorio de investigación de ikea, Space10, desarrolla las hamburguesas y perros calientes del futuro.
Artículo en dezeen.com (19 de marzo, 2018)
Por Diego Labarca
Socio Director Diseño de Servicios y Experiencias